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Alberto Valverde, neuropsicólogo, sobre el estrés: ‘El cuerpo aguanta y aguanta hasta que colapsa’

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El estrés es una reacción natural del cuerpo ante un desafío. En dosis pequeñas y agudas, puede ser beneficioso: nos ayuda a reaccionar ante el peligro o a cumplir con una fecha límite. Sin embargo, cuando la sensación de amenaza o presión se prolonga en el tiempo, se convierte en estrés crónico, una condición que, según la neurociencia, puede tener efectos profundos y perjudiciales en casi todos los sistemas del organismo.

Entender qué sucede en nuestro cerebro y cuerpo cuando estamos bajo estrés constante es el primer paso para poder gestionarlo y mitigar sus consecuencias.

La alarma que nunca se apaga en tu cerebro

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Cuando percibimos una amenaza, el cerebro, a través del hipotálamo, activa un sistema de alarma. Este le ordena a las glándulas suprarrenales que liberen hormonas como la adrenalina y el cortisol. La adrenalina aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial, mientras que el cortisol incrementa el nivel de glucosa en la sangre, preparando al cuerpo para la clásica respuesta de “lucha o huida”.

Este mecanismo es vital para la supervivencia. El problema surge cuando el factor estresante no desaparece. Las preocupaciones laborales, los problemas familiares o una situación económica difícil pueden mantener esta alarma encendida de forma permanente.

Según la neurociencia, la sobreexposición constante al cortisol puede alterar la estructura y el funcionamiento del cerebro. Las áreas más afectadas suelen ser:

El hipocampo: fundamental para el aprendizaje y la memoria. El estrés crónico puede reducir su tamaño, lo que dificulta la formación de nuevos recuerdos y la concentración.La amígdala: El centro de procesamiento de las emociones, especialmente el miedo. Bajo estrés constante, se vuelve hiperactiva, lo que nos hace más propensos a la ansiedad, la irritabilidad y a reaccionar de forma exagerada.La corteza prefrontal: Responsable del pensamiento racional, la toma de decisiones y el control de los impulsos. Su actividad disminuye, afectando nuestra capacidad para pensar con claridad y gestionar las emociones. View this post on Instagram

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Los efectos en cadena que recorren el cuerpo

El desequilibrio hormonal y cerebral causado por el estrés crónico no se queda ahí. Desencadena una serie de reacciones en todo el cuerpo que pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas de salud a largo plazo.

Sistema cardiovascular: La presión arterial alta y el aumento del ritmo cardíaco de forma sostenida pueden conducir a enfermedades cardíacas, ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares.Sistema inmunológico: El cortisol, en un principio, actúa como antiinflamatorio. Sin embargo, su presencia constante debilita el sistema inmunitario, haciéndonos más vulnerables a infecciones, resfriados frecuentes e incluso reactivando condiciones como el herpes.Sistema digestivo: El estrés puede alterar la digestión y la absorción de nutrientes, provocando problemas como gastritis, síndrome del intestino irritable, acidez estomacal y cambios en el apetito que pueden llevar al aumento o pérdida de peso.Piel y cabello: Las alteraciones hormonales pueden descontrolar la producción de grasa, causando acné. Además, el estrés puede provocar o agravar condiciones como la dermatitis, la psoriasis y acelerar la caída del cabello.Sueño y energía: El estado de alerta constante dificulta conciliar el sueño o tener un descanso reparador, lo que lleva a la fatiga crónica, el agotamiento y la falta de motivación.

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¿Qué se puede hacer?

Aunque los efectos del estrés crónico pueden ser serios, la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse (neuroplasticidad) ofrece una vía de esperanza. Tomar medidas para gestionar el estrés puede revertir algunos de estos efectos y mejorar significativamente la salud.

Estrategias como el ejercicio físico regular, las técnicas de relajación (respiración profunda, meditación), mantener una dieta equilibrada, asegurar un sueño de calidad y buscar apoyo en familiares, amigos o profesionales de la salud son herramientas clave para “apagar” esa alarma interna y devolverle al cuerpo su equilibrio.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/salud/mente/alberto-valverde-neuropsicologo-sobre-el-estres-el-cuerpo-aguanta-y-aguanta-hasta-que-colapsa-nid20102025/

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