
Duro golpe: por la sequía, prevén menos dólares, una caída del PBI y más déficit
Durante la semana pasada, distintas entidades del sector agropecuario siguieron recortando las proyecciones de la cosecha 2022/2023 por el impacto de la sequía. Según las últimas estimaciones, s...
Durante la semana pasada, distintas entidades del sector agropecuario siguieron recortando las proyecciones de la cosecha 2022/2023 por el impacto de la sequía. Según las últimas estimaciones, se perderían exportaciones por US$20.000 millones, dólares que será difícil reemplazar y que presionarán sobre distintas variables.
De acuerdo con el economista y socio de FMyA Fernando Marull, si bien parte de los US$20.000 millones se compensarán con menores pagos de energía (US$4000 millones) y turismo (US$5000 millones), el Banco Central y el Ministerio de Economía ajustarán sobre todo las importaciones para posponer una devaluación del dólar oficial. “Pueden regular las importaciones a través del SIRA y/o forzar a que los importadores tomen más deuda. Más allá de esto, la pregunta obligada es si sube la chance de una devaluación discreta antes o después de las PASO”, afirmó.
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Según sus cálculos, la menor liquidación del campo también ocasionará una caída del producto bruto interno (PBI) del 3% y más déficit fiscal, porque el Tesoro perderá de recaudar el equivalente a 1% del PBI por menores retenciones. El número en que queden las reservas netas del BCRA dependerá del cepo.
Para Santiago Manoukian, jefe de research de Ecolatina, el problema ya no es cumplir o no con la meta de reservas incluida en el programa con el Fondo Monetario Internacional –que puede ser flexibilizada–, sino que la menor liquidación del agro pone en tensión la estrategia de seguir manteniendo el crawling peg (devaluación progresiva del peso y controlada por el BCRA) como una alternativa para evitar un salto devaluatorio.
Por otro lado, también señaló que complica la reducción del déficit fiscal por la menor recaudación de derechos de exportación, que impacta en la actividad económica (caería al menos 2 puntos) y limita también la posibilidad de relajar las restricciones a las importaciones. “Las mayores restricciones van a seguir generando presiones sobre los precios de algunos mercados y además le van a dificultar al Gobierno cumplir con el compromiso de darle un mayor acceso al MULC (mercado de cambios oficial) a las empresas que están en Precios Justos, por lo cual es probable que estos acuerdos se resquebrajen por los menores incentivos que hay a seguir formando parte”, advirtió.
Por su parte, Lorenzo Sigaut Gravina, miembro de Equilibra, dijo que las pérdidas por las retenciones que no se cobrarán serán de más de US$3500 millones, a pesar de que estima que se va a reeditar algún dólar soja, y que el impacto directo por el sector agropecuario y actividades conexas será de 1,5 puntos sobre el PBI. “Conceptualmente es un golpe duro al programa económico del año porque esto impacta todo. Te genera inflación en alimentos frescos, menor actividad, menor recaudación y problemas para acumular divisas. Profundiza un escenario en que te cuesta llegar a la meta fiscal y ni hablar de la meta de reservas netas, lo que es una combinación compleja en un año electoral, cuando los actores tienden a dolarizar activos”, advirtió.
Por último, en Eco Go ya hablan de que, dado el arrastre estadístico, el deterioro por la caída de la cosecha podría alcanzar a 5% del PBI, algo que no sucedía desde la sequía de 2008/2009.
“El deterioro de la cosecha puede tener un fuerte impacto en la economía al combinarse con la falta de crédito externo. Estimamos que la caída de las exportaciones y su consiguiente limitación en las importaciones puede alcanzar hasta un deterioro de 5% en el año, en el caso de confirmarse las expectativas de cosecha de la Bolsa de Comercio de Rosario”, explicó Sebastián Menescaldi, director de la consultora.
“La Argentina sufre un escenario climático sin precedentes en la agricultura moderna. Con un nuevo recorte de 7,5 millones de toneladas, se actualiza el volumen de producción de soja en 27 millones de toneladas, contra los 34,50 millones de febrero. De esta manera, se estima que ya se perdió el 45% de la producción esperada en el inicio de la temporada agrícola. El guarismo de marzo deja a la actual campaña en el nivel más bajo desde los 31,8 millones de toneladas recolectados en el ciclo 2008/2009″, dijo la semana pasada la Bolsa de Comercio de Rosario.
Unas horas antes, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos había ajustado su expectativa para la producción argentina de la oleaginosa de 41 a 33 millones de toneladas.
En la misma línea, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires recortó su estimación sobre la producción argentina de soja de 33,5 a 29 millones de toneladas.